La inspiración surge de muchas maneras… la música nunca falla, nos motiva, emociona, anima, eleva o entristece, no podemos ser indiferentes.
Cuando pinto siempre oigo algo de música, ¿Por qué no rendirle un tributo?
Desde niño quise ejecutar el violín, de hecho ya tengo uno, pero comencé por pintarlo en un cuadro, creo que es un buen comienzo, y que Mozart estaría de acuerdo.