Carlos Colombino creó la técnica de la xilopintura como su técnica fundamental. Lo hizo a partir de su incursión en el xilograbado en el taller de la artista plástica paraguaya Olga Blinder, donde el común denominador era una intensa búsqueda de nuevos lenguajes visuales. Muy pronto, Colombino se integró al grupo «Arte Nuevo» con un lenguaje propio y una técnica nueva en la plástica del Paraguay.
En las xilopinturas de Colombino, la propia textura de la madera de cedro, crea un ambiente en que los objetos, a pesar de la propia distorsión, pueden ser reconocidos como elementos figurativos. Las láminas de madera son talladas en varias capas, teñidas con óleos en colores que subrayan los tonos propios del material.
Son varias las temáticas de la obra visual de Carlos Colombino. Entre las más importantes se encuentra un alegato contra la dictadura del Alfredo Stroessner. En ella, el artista refleja el sufrimiento, la humillación y el abandono del pueblo. En este periodo las xilopinturas de Colombino se vuelcan a la denuncia política y la crítica social. A esa época corresponden obras como «El hombre» (1967) y «El general a cuerda» (1968). Luego, le siguen las series «Reflexiones sobre Durero» y «Paraguay».
Con esa serie, el pintor deseaba mostrar lo que estaba ocurriendo en el Paraguay. Esta serie siguió su curso aún cuando cae la dictadura y denota que la cuestión política y social de Paraguay no ha cambiado. Por eso creaba imágenes de seres encajonados, embutidos en estructuras más o menos geométricas, generalmente sin boca. El artista señalaba que aunque Paraguay vivía en democracia, el país no había cambiado substancialmente.
En el 1989 se publicó el libro «Colombino», con textos del Premio Cervantes de Literatura Augusto Roa Bastos. Sobre su obra pictórica.
Colombino concretó en 1990 una obra de grandes dimensiones titulada «La próxima cena», como “reflexión sobre el canibalismo político desatado en la transición”. structuras más o menos geométricas, generalmente sin boca. El artista señalaba que aunque Paraguay vivía en democracia, el país no había cambiado substancialmente.
Colombino concretó en 1990 una obra de grandes dimensiones titulada «La próxima cena», como “reflexión sobre el canibalismo político desatado en la transición”.
La producción literaria de Carlos Colombino ha sido prolífica. Tiene en su haber varios poemarios y novelas firmadas bajo el seudónimo «Esteban Cabañas». También tiene una importante producción en el género del ensayo, el que abrazó principalmente para abordar temas culturales e históricos del Paraguay.
Autor también de dos obras de teatro: «Momento para tres» (1959) y «La parábola del sitio más perfecto» (1984).
Uno de los cinco escritores seleccionados para el Premio Nacional de Literatura (1999) en Paraguay. En 2002 con la novela «Juego Cruzado» ganó el Premio Municipal de Literatura, otorgado por la Municipalidad de Asunción.
En julio de 2012 Colombino ganó el Premio de Novela Augusto Roa Bastos por su obra «Atajo», publicada por la editorial Alfaguara bajo el seudónimo de Esteban Cabañas
Fuente: Wikipedia